En 1971 mi padre, José, estando  en Alemania compra la finca donde está ubicada actualmente la Venta, pero no fue hasta 1975 cuando se empezó a construir. Entre 1976 a 1981 no había mucho trabajo, era un bar pequeño que cuando llegaba el invierno nos quedábamos incomunicados varios días, no teniamos luz electrica, la que teniamos funcionaba con baterias de  coches, y la nevera con bombona de gas, y no había teléfono y tampoco había carretera. El acceso era andando campo a través  o por la cañada real que seguia el curso del río Guadiaro. A partir de 1977 se habrió un carril que comunicaba Benaoján con Ronda, evitando dar la vuelta por el pantano de Montejaque y coger la carretera de Sevilla  para ir a Ronda, que era el doble de distancia. Hasta 1986 no se asfaltaría el carril para convertirse en carretera como es ahora, y por eso motivo del carril de tierra, nos quedábamos atrapado en inviernos con las lluvias.

Fueros años difíciles pero muy placenteros en companía de toda la familia, mi madre Isabel, mis hermanos, José Antonio, Manolo, Juanito, mi  única hermana Inmaculada y yo Francisco, porque todavía quedaba por venir otro hermano, pero fue mas adelante,  1983, el más pequeño, Miguel Ángel.

Ya 1984 teniamos luz eléctrica por parte de Sevillana y en 1989 teníamos teléfono, que habría muchas puertas a la hora de hacer las reservas.

La comida siempre ha sido muy casera, potajes de judias, pucheros de garbanzos con la pringá, caldo del puchero, conejo y pollo al ajillo y en salsa, tortillas de espárragos o de tagarninas, las albóndigas caseras, huevos con chorizo y pimientos y muchos otros platos diferentes. Y en especial ese arroz caldoso casero de conejo o pollo que desde siempre mi madre, Isabel, ha preparado como nadie, teniendo fama mas allá de la comarca, y nuestros postres caseros; flan de huevo, de queso, natillas, compota o carne de membrillo ,etc…

A finales de los 90 coge las riendas del negocio familiar la segunda geración ya mi madre jubilada por enfermedad accidental anticipada y mi padre José,nos dejó  y murió en el 2003. 

En ese mismo año empezamos a realizar varias reformas que hoy todavia casi no están acabadas.

Hemos cambiado pero somos los mismos, han pasado 30 años, parece mentira, y siguimos con fuerzas par algunos más.

 Gracias familiares, amigos, clientes, etc, por confiar en nosotros y seguir viniendo a nuestra casa, hasta pronto, un saludo.

Francisco y familia.  Continuará...

 francisco@cuevadelgato.com