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El Sistema Hundidero-Gato, más conocido popularmente por el nombre de una de sus bocas—la Cueva del Gato
A pocos kilómetros de Ronda, se encuentran Benaoján y Montejaque, dos coquetos municipios que destacan por su singular entorno natural. La peculiar orografía de ambos pueblos está determinada, sin duda, por la presencia del río Guadiaro, que nace a pocos kilómetros, y de la Sierra de Líbar, que hace las veces de frontera natural con la provincia vecina.
Gracias a estos dos elementos, y a la calidad de los terrenos, nos encontramos con parajes tan increíbles como el curioso complejo que forman las cuevas del Gato y del Hundidero. A largo de una cavidad de casi cuatro kilómetros una corriente subterránea conocida como río Gaduares o Campobuche atraviesa todo un macizo montañoso, dejando a su paso un recorrido muy admirado por los espeleólogos. Allí han formado hermosas galerías como la “Sala de los Tours”, la “Plaza de Toros”, o “La Ciénaga”. Este río subterráneo provoca también hermosas cascadas. También destacan otras formaciones como las coladas de calcita que cuelgan de sus altos techos.
Como antesala a la Cueva del Gato merece la pena pararse en el pequeño lago de aguas cristalinas que se ha formado justo en su entrada. En primavera y verano, cuando el calor aprieta más, son muchos los que se atreven a bañarse en estas refrescantes aguas, en un pequeño rincón digno del calificativo de paradisiaco.